Las obras de la presa que frena las inundaciones en Valencia no estarán terminadas hasta 2011
El Gobierno adjudica los trabajos para cerrar las filtraciones en el embalse de Loriguilla cinco años después de anunciarlos
19.09.09 -
JUAN SANCHIS
| VALENCIA
Muchos valencianos se preguntan si el nuevo cauce aguantará una riada como la de 1957. Para evitar que se repitan unas inundaciones tan catastróficas, se planificaron las presas de Vilamarxant y Loriguilla.
El objetivo de ambos embalses es frenar las avenidas del río Turia y soltar el agua progresivamente. El problema es que sólo se ha construido uno, el de Loriguilla, que, además, no podrá funcionar a pleno rendimiento hasta abril de 2011. La presa de Vilamarxant continúa siendo sólo un proyecto.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) de ayer publicaba la adjudicación por parte del Ministerio de Medio Ambiente del proyecto de adecuación de los equipos electromagnéticos e hidromecánicos del desagüe de fondo de la presa. El plazo de ejecución es de 18 meses y el presupuesto es de 783.000 euros.
El problema se presentó ya en 2004. En otoño de ese año los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ya tenían detectadas las filtraciones.
Según explicó en ese momento el presidente de la CHJ, Juan José Moragues, la ejecución de estos trabajos no suponían ningún problema técnico y permitirían elevar en diez metros el nivel del embalse. Expresó también su intención de realizar las obras con la mayor premura posible para aprovechar al máximo la capacidad del embalse.
Han pasado cinco años y aún no se ha solucionado. El pantano no podrá aguantar una avalancha de agua del río Turia y, además, en periodos de carencia de recursos hídricos, como sucedió durante la última sequía, no puede almacenar la cantidad para el que fue proyectado. Disminuye así la capacidad de la Comunitat Valenciana para hacer frente a la carencia de lluvias.
En 2004 el embalse de Loriguilla embalsaba 47,08 hectómetros cúbicos, el 64% de su capacidad total.
La presa de Loriguilla no funciona bien. A las filtraciones se unen las pérdidas de agua por el desagüe de fondo, un elemento clave en la seguridad del embalse y se sitúa en la parte más baja del lienzo del pantano.
Estos desagües se utilizan para controlar el nivel de embalse, su vaciado, la limpieza de sedimentos, el control del río en la fase de construcción de la presa y colabora en el control de las riadas.
Según los técnicos, el principal problema es que es muy antiguo. Por ello, la traba radica en la toma del aire que permite compensar la enorme presión que ejerce el agua contra la pared de la presa para que pueda fluir.
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